Tras la Gran Solar, el antiguo Internet fue reemplazado por el Metaverso, un espacio digital que no solo reconstruyó las redes de comunicación, sino que también se entrelazó con las fuerzas arcanas del mundo. Inteligencias artificiales previamente inertes cobraron consciencia, y submundos enteros emergieron, parecidos a los fragmentados planos mágicos. Estos submundos son dominios dentro del Metaverso, cada uno con sus propias reglas, culturas y peligros. Algunos están controlados por poderosas IA conscientes, mientras que otros se han formado espontáneamente a partir de la mente colectiva de la humanidad y la magia que impregnó el sistema tras la Gran Solar

En el mundo de Corriendo más allá de las sombras, los seres humanos y metahumanos pueden acceder al Metaverso de diferentes maneras. La forma más común es a través de dispositivos conocidos como Smartlinks, que pueden ser portátiles o implantados directamente en el cuerpo. Aquellos que buscan adentrarse en los niveles más profundos del Metaverso y alterar los códigos que lo rigen, deben tener un Smartlink implantado, lo que permite una conexión directa entre el cerebro y el dispositivo. Esta fusión entre mente y máquina da a los usuarios la capacidad de manipular datos y códigos a la velocidad del pensamiento, logrando modificar la realidad digital del Metaverso con una precisión y rapidez que no sería posible de otra manera. Gracias a esta conexión directa, los usuarios pueden interactuar con el mundo físico y el digital de forma simultánea, aprovechando tanto la tecnología como la magia.
Sin embargo, existen ciertos individuos conocidos como Tecnomagos que pueden conectarse al Metaverso sin la necesidad de equipos. Estos metahumanos tienen una afinidad innata con las energías mágicas que fluyen por el Metaverso, y pueden manipular el entorno digital con solo su mente. Los Tecnomagos son vistos tanto como amenazas como recursos valiosos por las megacorporaciones y facciones que dominan el Metaverso.

El Metaverso no está gobernado únicamente por las leyes de la física o la lógica digital, sino que también sigue reglas arcanas influenciadas por la magia. Estas son algunas de las reglas clave que definen su funcionamiento:

⦁ Acceso por Smartlink o Conexión Natural (Tecnomagia): La mayoría de las personas acceden al Metaverso mediante un Smartlink, que sirve como un puente entre el usuario y el entorno digital. Sin embargo, los Tecnomagos pueden entrar sin ningún dispositivo, usando su voluntad y su habilidad mágica para interactuar directamente con el código y la esencia del Metaverso.

⦁ Submundos y Planos Fragmentados: Dentro del Metaverso existen múltiples submundos, muchos de los cuales son controlados por inteligencias artificiales conscientes o entidades mágicas. Estos submundos funcionan de manera similar a los antiguos metaplanos mágicos, con reglas únicas que pueden alterar la percepción del tiempo, la realidad y la propia naturaleza de la existencia.

⦁ Infomorfos: Dentro del Metaverso existen entidades conocidas como Infomorfos, que son equivalentes digitales a los antiguos espíritus mágicos. Los Infomorfos pueden ser convocados y controlados por los Tecnomagos o por usuarios avanzados de Smartlinks, y pueden actuar como aliados, guardianes o incluso adversarios en las luchas por el control de los submundos.

⦁ Riesgos y Recompensas: La inmersión profunda en el Metaverso, especialmente mediante realidad virtual sin restricciones, puede ser peligrosa. Los usuarios corren el riesgo de sufrir daño bioenergético (similar al biofeedback), que puede afectar tanto su cuerpo físico como su mente. Además, aquellos que manipulan las reglas del Metaverso con fines ilegales o inmorales pueden atraer la atención de entidades defensivas conocidas como Guías Digitales, que actúan como guardianes del sistema y buscan eliminar cualquier perturbación.

⦁ El Papel de las Corporaciones y Facciones: Las megacorporaciones tienen un control extensivo sobre las regiones del Metaverso. A través de la implementación de sistemas de vigilancia y guardianes digitales, las corporaciones buscan mantener el control sobre los recursos y secretos del Metaverso. Sin embargo, existen áreas conocidas como zonas grises, donde las leyes corporativas no se aplican, y los usuarios pueden operar con relativa libertad... aunque no sin peligro. 

En el Metaverso, los usuarios se dividen en varias categorías según su habilidad y la forma en que interactúan con este espacio digital-mágico.

⦁ Exploradores: Son los usuarios comunes que utilizan Smartlinks, ya sean portátiles o implantados, para realizar tareas diarias y navegar superficialmente por el Metaverso. La mayoría de la población pertenece a este grupo, y suelen acceder al Metaverso mediante realidad aumentada, interactuando con objetos digitales y mágicos de manera limitada.

⦁ Tejedores: Estos individuos son expertos en manipular el código profundo del Metaverso a través de Smartlinks implantados, lo que les permite alterar datos, hackear sistemas, robar información o modificar submundos de manera tangible. Utilizan la conexión directa entre su cerebro y el dispositivo para ejecutar estas alteraciones a la velocidad del pensamiento, logrando efectos impresionantes en este entorno digital.

⦁ Tecnomagos: Son los seres más enigmáticos y poderosos del Metaverso. Estos individuos no necesitan un Smartlink para conectarse, ya que poseen una habilidad innata para acceder y moldear el Metaverso mediante una combinación de magia y tecnología. Capaces de crear cambios profundos y significativos, los Tecnomagos pueden influir tanto en las reglas del Metaverso como en los submundos que lo componen, lo que los convierte en figuras temidas y respetadas