La Tierra está inmersa en ciclos de 5,125 años. Cada ciclo alterna entre la presencia y la ausencia de magia. Durante el ciclo donde la magia prevalece, esta se manifiesta en su máxima expresión, influenciando a la sociedad y a la naturaleza. En cambio, en los ciclos sin magia, esta solo se manifiesta durante eventos astronómicos de gran magnitud, como el paso de cometas o eclipses, volviéndose un fenómeno escaso y reservado a ciertos momentos críticos. 

Aunque la mayoría de los ciudadanos viven sus vidas sin conocimiento de ello, existe un mundo oculto conocido como el "mundo de sombras". En este lugar, agentes con habilidades extraordinarias, potenciados tanto por la magia como por modificaciones tecnológicas, llevan a cabo operaciones secretas para corporaciones, gobiernos, y seres poderosos. Pero más allá de este mundo oculto, hay un "mundo más allá de las sombras", donde las disputas no solo involucran poder y control, sino la misma supervivencia de la Tierra tal como la conocemos. 

Una catástrofe conocida como La Gran Solar, una tormenta solar de dimensiones catastróficas, destruyó gran parte de los dispositivos electrónicos en La Tierra, sumiendo al mundo en un gran apagón. Tras este evento, se desarrolló el Metaverso, una red que fusiona magia y tecnología, reemplazando al antiguo Internet. El Metaverso no es solo un lugar virtual, es un universo con sus propias reglas y reinos, accesible mediante cualquier dispositivo con conexión inalámbrica. Los que interactúan en este espacio pueden vivir tanto en el mundo físico como en este vasto reino virtual. 

El desarrollo de la humanidad tomó un giro inesperado con la aparición de los metahumanos, seres que evolucionaron más allá de los humanos ordinarios. Existen cinco razas principales:
Elfos: Seres altos y elegantes con longevidad extraordinaria. Los AmaZulú, una variante que proviene de África, sobresalen por su altura (hasta 250 cm), belleza y habilidad mágica.
Orcos: Con cuerpos robustos y colmillos prominentes, los orcos son tanto tácticos como físicamente poderosos. Variantes como los Ogros son aún más grandes y fuertes.
Trols: Gigantes imponentes con cuernos, capaces de resistir grandes impactos físicos y mágicos.
Enanos: De estatura baja pero extremadamente fuertes y hábiles en tecnología. Son conocidos por haber construido algunas de las infraestructuras más avanzadas y resistentes del mundo.
Humanos: Aunque son la raza original, los humanos se han visto forzados a adaptarse a un mundo donde los metahumanos y la magia juegan un papel crucial. Su flexibilidad los mantiene presentes en todas las esferas de poder. 

En este mundo, los Dragones Prime, seres poderosos que alguna vez se creyeron leyendas, ahora son fuerzas activas. Serpientes emplumadas, Leviatanes y otros dragones gobiernan sus territorios y trazan sus propias agendas. Estos dragones pueden tomar la forma de metahumanos y, en secreto, manipulan los destinos del mundo.
Por otro lado, los Eternos son seres inmortales que influyen en la humanidad desde tiempos inmemoriales. Estos seres, inmunes al tiempo y a las enfermedades, manejan tanto la magia como la tecnología. Algunos actúan como consejeros ocultos, mientras que otros han influido directamente en avances científicos y tecnológicos. Aunque su presencia es constante, sus verdaderos objetivos permanecen ocultos, incluso para ellos mismos. 

Las megacorporaciones son los otros grandes jugadores en la lucha por el control de La Tierra. Estas poderosas entidades, a menudo controladas por Dragones Prime, Seres Eternos, o metahumanos, superan a la mayoría de los gobiernos en poder y recursos. Las corporaciones han diversificado sus intereses: unas buscan avances mágicos, otras desarrollos tecnológicos, y otras buscan controlar aspectos cotidianos de la vida de los metahumanos, todo con el fin de incrementar su influencia. 

El mundo de Corriendo más allá de las sombras es un escenario donde la magia y la tecnología coexisten y chocan constantemente. En medio de este caos, los personajes de la serie enfrentan no solo a las megacorporaciones y gobiernos, sino a antiguas fuerzas mágicas que resurgen. La disputa no es solo por el poder; es por la supervivencia misma en un mundo que siempre está al borde del colapso o de la renovación.